Gracias a los nuevos cambios de la Ley Hipotecaria, en la actualidad es más sencillo transformar nuestra hipoteca de tipo fijo a otra variable. Y también mucho más barato, por lo que han aumentado en casi un 100% el número de estas operaciones durante el último año.
¿Los principales motivos?
Por un lado está el eterno temor a que el Euríbor suba. Y por el otro, la tranquilidad que proporcionan las hipotecas fijas, ya que no nos afectarán las fluctuaciones de ningún índice. Si te interesa este tema, en la entrada de hoy vamos a mostrar cómo cambiar una hipoteca fija a variable.
¿En qué se diferencian las hipotecas fijas y variables?
La principal diferencia es que las cuotas que tenemos que pagar en las hipotecas fijas no cambiarán a lo largo del tiempo. Mientras que las variables están asociadas a algún tipo de índice, como por ejemplo el euríbor, por lo que el interés aumentará o disminuirá según las previsiones.
¿Cuál es la mejor opción?
Todo depende de las características del mercado. Ahora mismo el euríbor está bajo mínimos, por lo que las hipotecas variables siguen siendo muy recomendables. Sin embargo, las hipotecas fijas también son más baratas que nunca, ya que en 2016 se fijó el interés máximo en 1,60 % para los préstamos a 10 años.
¿Cómo cambiar mi hipoteca variable a fija?
Novación
La novación es un modelo de contrato que nos permite cambiar las condiciones de la hipoteca, entre ellas el tipo de interés. No obstante, tendremos que contar con el visto buena de la entidad bancaria, que siempre tiene la última palabra en este tema y puede negarse a la operación.
Nos hará falta realizar una escritura de novación en la que se determinen las nuevas condiciones del contrato, que como hemos comentado anteriormente es mucho más asequible en 2020. En concreto, las comisiones derivadas no pueden superar el 0,15% si han transcurrido 3 años o menos desde la firma de la hipoteca. Gastos a los que hay que sumar los costes del notario y el del Registro de la Propiedad.
Subrogación de acreedor
Otra opción para cambiar nuestra hipoteca de variable a fija es la subrogación de acreedor. O dicho con otras palabras, cambiar de banco.
Se trata de la principal alternativa que tenemos si la entidad se niega a nuestra petición y gracias a la nueva norma las condiciones se han simplificado. Para comenzar los trámites necesitamos una oferta por escrito del nuevo banco donde se plasmen las mejoras de las condiciones.
A continuación, contamos con 10 días para analizarla y aceptarla o no. En caso afirmativo, es nuestro nuevo banco quién se encargará de notificar al antiguo, el cual a su vez tiene una semana para entregar toda la documentación y dos semanas para realizar una contraoferta de novación.
Anteriormente, la Ley Hipotecaria nos obligaba a aceptar la oferta del banco con el que teníamos la hipoteca si se mejoraban las condiciones. Pero en la actualidad, somos libres de aceptar la que más nos convenga. Además, en muchas ocasiones todos los gastos serán asumidos por las entidades crediticias, por lo que 2020 es un año perfecto para cambiar tu hipoteca variable a fija.