Internet y las nuevas tecnologías de la información han transformado por completo nuestra sociedad, ya que además de revolucionar las comunicaciones facilitan todas las tareas cotidianas de nuestro día a día. Por desgracia, los delincuentes también se han adaptado a este entorno virtual y ha surgido el concepto de ciberestafa.
Nada escapa a este fenómeno, desde las entidades bancarias a las educativas, aunque en los últimos tiempos se ha detectado un considerable aumento en el sector inmobiliario, sobre todo en el alquiler. Si quieres evitar problemas en el futuro, en la entrada de hoy te vamos a mostrar cómo reconocer estas ciberestafas.
El pishing: la ciberestafa más frecuente
En el mundo inmobiliario, la estafa online más habitual es el phishing, que consiste en hacerse pasar por otra persona o empresa para ganarse la confianza del usuario. Por ejemplo, alguien podría fingir que está interesado en alquilarte su vivienda, cuando en realidad lo único que quiere es acceder a tus datos personales, contraseñas y cuentas bancarias.
Estas ciberestafas están siendo más frecuentes en el segmento del alquiler vacacional, que por sus características es posiblemente el más vulnerable en la actualidad. Aunque las estadísticas también recogen un considerable aumento de denuncias en los arrendamientos de larga duración, ya que en la red resulta bastante fácil suplantar a un agente o portal inmobiliario.
¿Cómo detectar una ciberestafa?
Por suerte, a partir de las denuncias presentadas por los afectados, se ha podido establecer un perfil genérico de las ciberestafas.
- Los anuncios falsos llaman la atención porque tienen precios muy por debajo del valor de mercado. Así que ándate con ojo con esas gangas que son demasiado buenas para ser reales.
- Las fotos casi siempre suelen ser del exterior de la vivienda o directamente han sido sacadas de un banco de imágenes.
- La operación transcurre muy deprisa: desde que contactas con el vendedor hasta que se finaliza la transacción puede pasar menos de un día.
- Las ciberestafas están diseñadas para usuarios que viven en otra ciudad y no pueden visitar en persona el inmueble. Por este motivo, casi siempre nos pondrán excusas para no enseñarnos la casa.
- El “propietario” de la vivienda normalmente te pedirá una señal mediante transferencia o plataforma online. Por supuesto, una vez recibida, dejará de dar señales de vida.
- Hay demasiadas facilidades. Desconfía si no ponen trabas a que haya animales de compañía en la vivienda o que dispongas de libertad para hacer las reformas que quieras. Los ciberestafadores también están dispuestos a negociar a la baja el precio final del alquiler, aunque no rebajarán ni un céntimo la señal que hemos mencionado.
¿Cómo evitar las ciberestafas?
Usar el sentido común será tu mejor arma para evitar estas situaciones fraudulentas.
- Nunca proporciones datos personales a desconocidos ni mediante formularios de Internet.
- Verifica la dirección de los correos electrónicos que recibas y solicita una dirección de contacto para comprobar la identidad de la inmobiliaria o del propietario.
- Compara el precio con el resto de inmuebles parecidos que hay en la zona.
- Visita la vivienda en persona, a plena luz del día y exige que te enseñen todas las habitaciones, además de encender la luz y los grifos de agua para asegurarte de que hay suministro.