Hay distintos elementos que debemos tener en cuenta a la hora de instalar una caldera en nuestra casa, como el tipo de gas o el punto de la geografía en la que nos encontremos. Acertar es determinante para que las habitaciones se calienten de forma eficiente, ya que solo así podremos ahorrar una importante suma en la factura cada fin de mes. En la entrada de hoy vamos a hablar de este tema y os mostraremos algunos consejos para elegir la caldera perfecta.
Tipos de calderas
En el mercado podemos encontrar calderas de gas natural, butano o propano, que se adaptan a la perfección a las características de cada inmueble, así como el número de baños o habitaciones. Podemos elegir entre dispositivos que solo sirven como calefacción o que también calientan el agua. En la actualidad, debido a las normativas existentes, el tipo más utilizado es la caldera de condensación, que destaca por de ser muy eficiente.
Potencia
Uno de los aspectos clave es la potencia que ha de tener la caldera, ya que ha de ir en sintonía con el tamaño de la vivienda, número de baños y otros elementos. Por lo tanto, es indispensable calcularla para elegir el suministro que mejor se adapte a nuestras necesidades. Para que te hagas una idea, 24KW para la calefacción y otros tantos si queremos agua caliente son suficientes para casas de hasta 180 m2 y un solo baño, incrementando 4KW por cada baño adicional.
En el caso de viviendas de más de 180m2 y 3 baños, entonces tendríamos que usar 30KW para la calefacción y 35KW para el agua caliente, siendo muy recomendable añadir un microacumulador para esta última función.
Ubicación
El lugar donde estará colocada la caldera es muy importante. En este sentido, existen aparatos que están sujetos en la pared y otros que se apoyan en el suelo. Los primeros son los más habituales, ya que son cómodos de instalar y ocupan poco espacio, siendo común encontrarlos en las terrazas o cocinas.
Calderas de bajo Nox
Casi todas las calderas de condensación son de bajo Nox, cuyo funcionamiento emite una menor cantidad de óxido de nitrógeno. Este punto es esencial si tenemos la intención de cambiar una caldera antigua cuya salida de a una facha de edificios, ya que de lo contrario será muy complicado que podamos cumplir con las normativas.
Alta Modulación
¿Qué es la alta modulación? Se trata de la capacidad del dispositivo para funcionar a mínima potencia. De este modo, limitamos en gran medida la cantidad de apagados y encendidos, algo que además de suponer un gasto de energía inútil disminuye la propia vida útil de la caldera.
Otros aspectos a tener en cuenta
Además, podemos elegir un sistema de calentamiento basado en la microacumulación, que nos permite gozar de agua caliente casi al instante. O utilizar un cronotermostato, así como modelos compatibles con la energía solar térmica. De esta forma ahorraremos aún más, sobre todo en agua caliente.