Cuando llega el invierno en algunos hogares es necesario usar la calefacción durante todo el tiempo, algo que conlleva un considerable incremento del gas natural. Para hacer más llevadera la cuesta de enero, en esta entrada te vamos a mostrar unos consejos para que ahorres al máximo en tu factura.
Un habitual en nuestros hogares
Aunque todavía existen viviendas que disponen de butano o propano, el gas natural es el más habitual en los hogares de nuestro país, ya que además de ser más barato no es tan contaminante como otras opciones. La instalación por otra parte es mínima y aprovecha la infraestructura anterior, por lo que el primer paso que deberíamos dar para ahorrar sería pasarnos a él.
Contrata la mejor tarifa
Compara tu factura del gas con la de otras personas, para así estar segur@ de que no estás pagando de más. En caso de que se trate de gas butano o propano no hay nada que hacer, ya que las tarifas las marca el gobierno. Sin embargo, el gas natural se rige de forma más libre y podemos encontrar una amplia variedad de ofertas en el mercado actual.
De hecho, la información es tan abrumadora que aconsejamos utilizar un comparador de tarifas de energía, es decir, una aplicación que entre otras cosas va a estimar el gasto energético teniendo en cuenta el punto de suministro o las características de nuestra casa. Con estos datos, el programa rastreará las ofertas disponibles y te ofrecerá aquellas que son más atractivas.
Así, podrás elegir la tarifa de gas más barata y que ofrezca mejores servicios. No olvides mirar con detalle la letra pequeña, todo lo relativo a la duración de los descuentos, el precio base y la obligación o no de permanencia.
¿Cuotas fijas o variables?
El gas natural suele tener un consumo bastante irregular durante todo el año, aumentando considerablemente en invierno y descendiendo con la llegada de los meses más cálidos. Si eres capaz de controlar el consumo quizás la mejor opción sean las tarifas variables, donde tendrás que pagar solo lo que gastas. En caso contrario, si no quieres sorpresas cuando llegue el fin de mes puedes optar por una tarifa fija.
Controla tu gasto de gas
No importa lo barata que sea tu tarifa si no eres capaz de reducir el consumo diario de gas. Para ello, tenemos que concienciarnos y cambiar pequeños hábitos que hacemos de manera inconsciente, como por ejemplo dejar el grifo con agua caliente abierto más de la cuenta o bañarnos en lugar de ducharnos. También es buena idea terminar de cocinar los alimentos aprovechando el calor residual que queda en la olla.
Para optimizar el rendimiento de la calefacción es esencial que tu hogar esté completamente aislado, para que así el frío no pueda entrar ni el calor escapar. En este sentido, puede que sea necesario realizar algunas modificaciones en elementos como las ventanas. Y por último, hay que cuidar el mantenimiento de los radiadores, ya que si no se purgan cada cierto tiempo calentarán peor, de forma menos uniforme y además aumentarán en gran medida el consumo.