El Gobierno de coalición sacará adelante una nueva ley para limitar el precio del alquiler, iniciativa que ha sido rechazada frontalmente por la oposición y numerosos expertos del sector inmobiliario. ¿Quieres conocer los motivos? Pues entonces no te pierdas nuestra entrada de hoy.
Objetivos de la nueva ley
En pocas palabras, la normativa pretende impedir los precios abusivos de alquiler, que en ciertas zonas con alta demanda han alcanzado cifras exorbitadas. Esta tarea recaería en las comunidades autónomas y los ayuntamientos, que contarían con una serie de herramientas para regular el mercado. ¿Cuándo se aprobará? El ministro Ábalos ha afirmado que no se llevará a efecto hasta que se normalice la situación actual, por lo que su implantación depende en gran medida de la evolución de la pandemia y el desarrollo de nuestra economía.
La reacción de los expertos
Aunque el titular de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana asegura que se trata de medidas coyunturales y temporales, la nueva ley ha suscitado una gran polémica. De hecho, diversos organismos tanto nacionales como internacionales avisan de las consecuencias. Uno de ellos es el Fondo Monetario Internacional (FMI), que asegura que limitar el precio del alquiler solo perjudicará a la oferta y propone como solución incrementar el parque inmobiliario.
Por su parte, la Comisión Europea ha expresado sus dudas sobre esta iniciativa y ha recordado los fiascos de París o Berlín, ciudades donde se han intentado llevar a cabo medidas similares. Si bien es cierto que a corto plazo el precio del alquiler se redujo en las zonas donde se aplicó, produjo un aumento de las cuotas en las áreas limítrofes que no estaban afectadas. Y a medio y largo plazo se observó que reducía la oferta de viviendas, tenía efectos negativos en la demanda y el nivel de precios.
En esta misma línea se ha manifestado el Banco Nacional, mientras que la CEOE no cree que haya que ponerles impedimentos a los grandes operadores. Por último, el IEE (Instituto de Estudios Económicos) alerta de que la limitación del alquiler podría tener un alcance mucho menor de lo que se cree y derivaría en actuaciones muy peligrosas para el mercado, como por ejemplo el aumento de los arrendamientos en B.
Cambios en la oferta y la demanda
Algunos agentes inmobiliarios piensan que la nueva ley será muy perjudicial en las zonas donde se apliquen y muy beneficiosas en las que no. Es decir, que los consumidores podrían tender a evitar las ciudades donde exista esta regulación de precios y vivir en áreas más asequibles y con mayor estabilidad jurídica. El considerable aumento de la demanda estaría acompañado con un impulso de la oferta, ya que muchas casas vacías se reformarían para salir al mercado y finalmente los precios se moderarían.
Mucho menos halagüeño es el escenario en las ciudades con limitación de alquiler. Esta ley no se aplica a los actuales inquilinos, que mantendrán sus rentas, pero cualquier nuevo arrendatario se encontrará con una oferta muy escasa y de peor calidad. La construcción de vivienda nueva también se resentirá y en algunos casos la única opción para vivir será convertirse en propietario.