El precio de la luz sube cada año, lo que supone una gran carga para las economías domésticas de muchas familias. Además, el uso de combustibles fósiles está provocando una enorme contaminación en nuestras ciudades. Por ello, es indispensable encontrar fuentes de energía alternativas que sean sostenibles y limpias.
Y también reducir el consumo. Dentro de 50 años el petróleo se habrá agotado. Así que antes de llegar a este punto de no retorno tenemos que apostar por el desarrollo de los paneles fotovoltaicos, los aerogeneradores o el uso de biomasa. En la entrada de hoy vamos a hablar de los edificios ecológicos y mostraremos algunos consejos para reducir la contaminación en nuestro hogar.
¿Qué es un edificio ecológico?
Los edificios ecológicos están diseñados para ser sostenibles con el medio ambiente. Para ello, se tienen en cuenta diferentes aspectos. Desde la utilización de materiales reciclables a la instalación de paneles solares u otras fuentes de energía alternativas.
También aprovecha las características naturales del terreno para disfrutar de una temperatura más agradable durante todo el año. Y así de paso ahorrar una considerable suma en las facturas de calefacción y aire acondicionado.
Consejos para combatir la contaminación
La idea es utilizar el mínimo de electrodomésticos posibles, especialmente el aire acondicionado. No solo consumen recursos, también producen calor y emisiones que están en el origen del cambio climático.
Ventilación
Acostúmbrate a ventilar tu casa por las mañanas. ¿Por qué? Durante la noche se acumularán grandes cantidades de dióxido de carbono, por lo que es necesario renovar el aire. Además, a primera hora del día la ciudad todavía está durmiendo. Apenas hay coches circulando y la contaminación es mucho menor.
Aislamiento
La contaminación puede ser de muchos tipos, también acústica. Una casa con excelentes aislamientos en puertas y ventanas va a evitar los molestos ruidos procedentes del exterior. También mantendrá a raya la polución y te protegerá mejor del calor y el frío durante los meses con temperaturas más extremas.
Energías limpias
La mejor opción es el autoconsumo. Instalar paneles fotovoltaicos en tu edificio permitirá generar energía limpia y renovable. En caso contrario, es mejor elegir un suministro eléctrico o de gas, que son por norma general los menos contaminantes. Evita usar combustibles como la parafina o el carbón, ya que empeorarán en gran medida la calidad del aire de nuestra vivienda.
Productos de limpieza
Muchos productos de limpieza incluyen elementos químicos que pueden ser perjudiciales para la salud. Es el caso del amoniaco o el cloro, que además de irritar la piel provocan alergias y afectan a los pulmones. También generan residuos contaminantes que son muy negativos para el medio ambiente, especialmente para nuestros ríos y mares. Elige siempre productos ecológicos o utiliza alternativas caseras. Por ejemplo, el vinagre y el limón son excelentes desengrasantes.
Radiación electromagnética
Vivimos en la era de los teléfonos móviles y las redes inalámbricas. Por ello, dos tercios de la radiación que recibimos cada día está causada por estos dispositivos y las conexiones WiFi. Todavía no se han investigados los efectos secundarios de la contaminación electromagnética, pero la AIIC la relaciona con algunos tipos de cáncer. Por lo tanto, desconecta Internet cuando no lo necesites y haz un uso responsable de estos aparatos.