El Parlamento vasco ha pedido que el alquiler de las viviendas quede vinculado al IPC, para así evitar las subidas especulativas. Uno de los principales escollos de esta iniciativa es que va a requerir una modificación en la Ley de Arrendamientos Urbanos, cuya potestad reside en manos del Gobierno central. Ante esta situación, la Cámara vasca ha aprobado una resolución en la que se solicita al Ejecutivo las reformas legislativas necesarias.
Resoluciones adoptadas
La propuesta ha partido de las formaciones PNV y PSE, siendo secundada por el resto de partidos en una sesión exclusiva para analizar el Plan Director de Vivienda 2018-2020. Tras resumir los principales puntos del documento, se llevaron a cabo propuestas para fomentar el mercado de alquiler y rehabilitar las viviendas, dos de los problemas más graves de la ciudad. En el mismo sentido, los grupos municipales se hicieron eco de la necesidad de contar con los mecanismos para evitar los desahucios en familias con menores de edad.
También por unanimidad se aprobó una modificación en la prestación complementaria de vivienda, una ayuda que está recogida en la Renta de Garantía de Ingresos. El objetivo es que los ciudadanos que la están recibiendo en estos momentos sean reconocidos automáticamente como destinatarios en el futuro. En este sentido, más de 65.000 familias están inscritas en este plan, 12.000 desde hace un año y medio, lo que nos hace pensar que el número seguirá aumentando en los próximos meses.
Estas han sido las principales resoluciones que se adoptaron durante la larga sesión, en la que el resto de grupos dieron el visto bueno a la propuesta socialista de Iñaki Arriola. Durante su intervención, el consejero hizo hincapié en la necesidad de incrementar el alquiler público para así garantizar el derecho de todos a la vivienda, especialmente en los colectivos que presentan mayores condiciones de riesgo.
Rentas de hasta 20.000 euros
A 31 de marzo, un total de 65.027 familias se han inscrito en el registro de Etxebide para demandar una vivienda, con un incremento de 12.788 con respecto a hace año y medio. De cada 10 solicitantes, 8 prefieren el alquiler a la compra, una tendencia radicalmente opuesta a la que había antes de la regresión económica. ¿El motivo? Es muy simple, el 84% de los demandantes tiene unas rentas anuales inferiores a los 20.000 euros, un dinero con el que es prácticamente imposible hipotecarse.
Diversificación de las características
Otro de los criterios del plan atiende a su decisión de diversificar las características de los destinatarios de la ayuda. Esto se hace según palabras del consejero para promover la cohesión social. Así, cada bloque de pisos será una muestra de la diversidad cultural actual de la sociedad donostiarra, previniendo de paso la aparición de guetos. Hay que tener en cuenta que casi todas las solicitudes provienen de familias numerosas con salarios bajos, un perfil que es bastante común en los inmigrantes.
Rehabilitación de pisos
Y, por último, durante la sesión se habló de fomentar la rehabilitación de pisos, cuyo envejecimiento en Euskadi va parejo al de su población. Sobre todo, es urgente garantizar el paso a personas con accesibilidad reducida, instalar ascensores en edificios viejos y proporcionar una mayor eficiencia energética.