La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha presentado hace unos días un informe relacionado con el alquiler de viviendas turísticas, un tema que está suscitando una enorme polémica en la sociedad guipuzcoana. En este estudio de más de 80 páginas se minimizan los efectos negativos y se resaltan todas sus ventajas, culpando al turismo en general de los problemas de los vecinos y negando que haya provocado el encarecimiento del mercado.
Diferentes opiniones sobre las viviendas turísticas
Este organismo ya ha sido criticado en el pasado por usar distintas varas de medir en función del sector económico. En este caso, podemos observar que está claramente a favor del alquiler de inmuebles turísticos e incluso contradice la opinión mayoritaria de los expertos inmobiliarios, que desde hace meses advierten que está provocando un encarecimiento en el precio al aumentar el número de viviendas que solo se destinan a este fin.
Para la CNMC, las viviendas turísticas aportan riqueza en general, ayudando especialmente a la recuperación de barrios degradados en los centros urbanos. Esto choca de forma directa con la situación que estamos experimentando en la actualidad en ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia, que están sufriendo este problema y su opinión es contraria a la Comisión.
Otro punto de desacuerdo es que los inmuebles turísticos potencian el comercio local y el turismo en general. En este sentido, la Confederación Española del Comercio (CEC) afirma que el incremento apenas es perceptible en las tiendas de barrio, mientras que algunas grandes firmas se quejan de la saturación existente en diversas zonas, que han llegado a provocar “problemas de orden social”.
En definitiva, se trata de una actividad económica en alza y debería ser regulada. Para José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur, la CNMC estaría echando “más leña al fuego” defendiendo una normativa con argumentos que no están justificados.
La Comisión Nacional se reafirma
Pese a estas críticas, la CNMC insiste en su análisis, que coincide con algunas de las principales plataformas online que se dedican al alquiler de inmuebles para el turismo, como es el caso de Airbnb y HomeAway. Esta actividad supondría un considerable impulso para otros sectores, proporcionando además una mejora de la oferta de los hoteles y otros establecimientos convencionales. En definitiva, aumentaría la competencia y los clientes se beneficiarían de unos precios reducidos y una mayor calidad de los servicios.
Uno de los mayores problemas es el ruido y otras molestias ocasionadas en las viviendas cercanas a estos pisos turísticos. La Comisión aboga por adoptar medidas proporcionadas, siguiendo como ejemplo el modelo de otras ciudades europeas. Estima que estos efectos negativos están provocados por el turismo en general, por lo que es necesaria una regularización de todo el sector.
En este sentido, la CNMC ha pedido a las distintas administraciones, locales, autonómicas y centrales, que unifiquen sus criterios para facilitar estas operaciones y eliminen algunas medidas que considera un freno para la actividad. Una de ellas es la limitación de tiempo para los turistas, la imposibilidad de alquilar habitaciones por separado o su alcance dependiendo de la zona o el barrio.