Las vacaciones nos permiten escapar por completo del estrés del día a día. Disfrutar del campo, la playa y otras actividades al aire libre. Para así volver a casa con las pilas cargadas de energía. Durante los meses estivales, una de las opciones preferidas por los usuarios es el alquiler de apartamentos.
Ya que resulta una alternativa más económica que los hoteles. Además de proporcionar mayor intimidad. Sin embargo, existen un montón de problemas que pueden surgir en este tipo de operaciones. Que si no tenemos cuidado, podrían arruinar por completo nuestro tiempo de ocio.
Cuidado con los alquileres ilegales
Hay que andar con mucho ojo a la hora de alquilar una casa para un par de semanas o varios días sueltos. Ya que, en ocasiones, algunos alojamientos turísticos son realquilados ilegalmente. Nuestro consejo es que te pongas en contacto con el arrendador. Mejor si es en persona. Con el objetivo de saber quién es realmente el dueño del piso.
Si no quedas totalmente convencid@ o tienes dificultad para dar con el casero, otra opción es que acudas al Registro de la Propiedad. Por menos de 10 euros podrás solicitar una nota simple en la que se muestra el propietario de la casa.
La vivienda no está donde debería
Por desgracia, esto es algo bastante habitual en el turismo de costa y las grandes ciudades. Llegas a tu destino después de muchas horas de viaje y descubres que la vivienda no está donde te dijo el propietario. En lugar de una ubicación céntrica al lado de la playa y los principales comercios, te ves alojado en una zona del extrarradio. ¿Qué puedes hacer?
Para prevenir esta situación, lo mejor es verificar que la dirección indicada coincide con su dirección real. Puede utilizar herramientas gratuitas como Google Maps, que incluso te permiten visualizar las calles y edificios. De esta forma, no te darán gato por liebre.
¿Qué gastos están incluidos?
En ocasiones, nos dejamos llevar por las ofertas y no verificamos los gastos adicionales. A la hora de firmar el contrato, debes saber con certeza todo aquello que está o no incluido, para así evitar sorpresas de última hora. Aunque debas pagar un anticipo, no abones el importe total hasta que estés dentro de la vivienda. De esta manera, podrás preguntarle al casero todas tus dudas y comprobar que no falta nada.
Nuestra recomendación es que hagas fotos de todas las habitaciones de la casa alquilada en cuanto llegues. Así, el inquilino no podrá culparte de cualquier desperfecto que no hayas causado. Además, envíale las imágenes al arrendador al teléfono móvil. Esto servirá de prueba en caso de que surja un conflicto posterior.
Derechos y obligaciones del arrendatario
Antes de ir de vacaciones a un piso de alquiler, deberías informarte sobre los derechos y obligaciones que tienes como arrendatario. Para ello, puedes ponerte en contacto con la asociación de consumidores. Pero lo mejor es hacerlo a través de un profesional inmobiliario. Que conoce a la perfección los detalles del mercado. Y te ayudará a encontrar el mejor alojamiento para disfrutar sin preocupaciones durante las vacaciones.